Alegría. Quizás sea alegría la palabra que mejor resume la esencia de Sevilla. Una ciudad de casi 3000 años de historia que enamora por el estilo de vida de sus habitantes, un pueblo abierto y hospitalario que sabe disfrutar y compartir cada momento.
Y es de sus mágicas calles de donde nace ese espíritu que hace especial a Sevilla, rincones cargados de historia y enriquecidos por los diferentes pueblos que la habitaron y que han dejado en ella una huella que los sevillanos no quieren borrar. Un legado que ha conformado a lo largo de siglos el patrimonio cultural, monumental y artístico que podemos admirar en sus calles, en sus museos, en sus fiestas y su gastronomía.